El Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos es uno de
los últimos en anunciar la aplicación de tecnología de realidad virtual y
aumentada en sus instalaciones. Últimamente resulta relativamente frecuente
comprobar cómo este tipo de espacios ofrecen a los visitantes la posibilidad de
hacer un poco más cercana, un poco más real, su paso por ellos.
No es raro, claro, que los museos adopten nuevas estrategias
con el fin de que la experiencia que proponen no quede en una visita al uso y
sí cuente con alicientes diferentes a los habituales. En el caso del museo
burgalés esa fusión entre el mundo físico y virtual que plantea la realidad
aumentada se materializará en la recreación de los cuatro ecosistemas del ser
humano que cuentan con presencia en el centro. Así, homínidos y animales de
cada una de esas etapas evolutivas cobrarán vida ante los ojos de los
visitantes.
Las posibilidades que se abren con el uso de la realidad
aumentada parecen ilimitados. El Instituto Tecnológico de Castilla y León,
responsable de ese proyecto en el MEH, se encuentra trabajando en otro que
permitirá contemplar una sala del Monasterio de Santo Domingo de Silos, también
en Burgos, que se encuentra cerrada al público.
Y hay opciones, claro, que van más allá del componente
práctico o divulgativo que encierra esta tecnología y se acercan más a un
concepto lúdico y divertido. Es lo que ha hecho el Rijksmuseum de Ámsterdam,
que insta a sus visitantes a contemplar a través de sus teléfonos móviles las
obras de arte para verlas con un punto de vista original y bastante gamberro.
Os invitamos a verlo:
Rijksmuseum Amsterdam gets hijacked with virtual exhibition ‘Paint Job’ from brilliant after breakfast on Vimeo.
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