Google pone al alcance de la mano de todos los internautas miles de volúmenes de libros a través de “Google books”. Esta aplicación de Google no es una novedad, pero sí lo es que ha llegado a un acuerdo con Hachette, la editorial francesa más importante, con la que se encontraba inmersa en un un proceso judicial por la propiedad intelectual de los libros subidos a la Red. Según ese acuerdo Google podrá incluir en su biblioteca digital aquellos libros de la editorial que se encuentren agotados (la mayoría destinados a estudiosos y universitarios); lo que siembra un precedente respecto en el proceso digitalizador.
En el año 2004 la empresa californiana comenzó a subir a la Red los contenidos de cinco de las bibliotecas más prestigiosas de Estados Unidos: las Universidades de Michigan, Stanford, Harvard, Oxford y la Biblioteca Pública de Nueva York, que fueron primeras en volcar sus contenidos en Google.
Pero la compañía estadounidense no es la pionera en el proceso de digitalización de libros, que ya llevaba en marcha varios años de manos de cientos de iniciativas en todo el mundo, si bien ninguna había levantado tantas ampollas entre las editoriales como la del gigante norteamericano.
Entre las más conocidas: Project Gutenberg (con 17.000 libros online, la mayoría en inglés) o Gallica (1.250 en francés) y, en el caso de España, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, que acerca más de 8.000 títulos hispanos a los internautas.
Qué ofrece
Para distinguirse de estas otras webs, Google ofrece en su aplicación “Google Books” la posibilidad de crear una biblioteca en la que el usuario puede añadir libros revisados, favoritos, leídos y por leer, además de poder crear nuevas “estanterías”. La aplicación también permite al internauta explorar los libros divididos en temas (desde libros de diseño a libros de filosofía, pasando por volúmenes dedicados a la jardinería) o por categorías (libros clásicos, revistas, humor, etc.).
En cuanto al contenido, la aplicación visualiza fragmentos del libro, algunas páginas o el volumen al completo (si es de dominio público), y estos pueden encontrarse tanto escaneados como en documentos en formato pdf. En cualquier caso, el texto aparece acompañado de una lista de libros relacionados y de un directorio de los sitios o establecimientos donde se puede conseguir un ejemplar, además de una pestaña que da la opción de añadir el título a la biblioteca personal.
Inconvenientes
El proceso de digitalización de libros, que muchos ven como sustituto a las bibliotecas tradicionales, se está encontrando en su desarrollo con muchos escollos legales y la oposición de autores y editoriales.
Tanto en el caso de Google como en el de otras iniciativas, el problema se sustenta en los derechos de autor ya que, pese a que la mayoría de los volúmenes subidos a la Red responden al perfil de una obra de autor desconocido o de dominio público, hay también otros con los derechos de propiedad intelectual vigente. De ahí la importancia de la noticia sobre el acuerdo con la editorial francesa, que puede ser el precedente de futuros acuerdos que agilicen el proceso.
2 comentarios:
Una buena noticia para un tipo de iniciativas a las que sigo sin ver mucha aplicación práctica, más allá de la que puedan obtener especialistas de materias muy concretas.
Anónimo, te voy a dar un dato que te puede ayudar a verle la aplicación práctica: el objetivo de Google es VENDER LIBROS. Es el siguiente paso de Google Books, convertirse en el mayor vendedor de libros del planeta. Para ello, nada como estos acuerdos con editoriales.
En este caso concreto, además, la editorial mata dos pájaros de un tiro: genera ingresos por ventas vía Google, y además no tiene el riesgo de hacer una reedición de unos libros que probablemente no llegaría a ser rentable.
Y más allá de cuántas personas puedan estar interesadas en estas obras, ¿no te parece genial pensar que un libro imposible de conseguir y por tanto perdido para el resto de los tiempos para futuros lectores pueda estar accesible y ser comprado? A mí me parece perfecto.
María.
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